Resumen Histórico: Crisis Panameña 1987-1989 (Parte 2)
La toma de Panamá, fue el epílogo de un largo y tortuoso proceso que se caracterizó por el progresivo agotamiento de todas las alternativas las cuales fueron confinadas a un callejón sin salida dada la intransigencia de algunos protagonistas del conflicto.
1989
Panamá llega a unas nuevas elecciones presidenciales sumida en una profunda crisis política y económica. La campaña electoral estuvo cargada de denuncias de posibles hechos irregulares, ofensas y retos. El día de los comicios el 7 de mayo de 1989, ambos bandos se daban como ganadores. Mientras las encuestas independientes mostraban como ganador al líder opositor, Guillermo Endara, los resultados parciales que empezaron a ser divulgados por el gobierno, daban el triunfo al candidato oficial Carlos Duque.
La Junta Nacional de escrutinio se tardó en dar los resultados, lo cual junto con las denuncias de fraude electoral trajo el caos a Panamá. Hubo protestas y manifestaciones que degeneraron en serios disturbios las cuales fueron duramente reprimidas por las fuerzas militares y los "batallones de la dignidad", que eran grupos de civiles encargados de ejercer violencia e intimidar a la oposición. Tres días después, el Tribunal electoral procedió a anular las elecciones por supuestas pérdidas de actas electorales y otras irregularidades. Esta decisión sumada a la falta de convocatoria a nuevos comicios, exacerbaron los ánimos de la oposición. El candidato Endara y su compañero de fórmula Guillermo Ford, fueron víctimas de las palizas de los grupos paramilitares. Las fotos de los dos líderes opositores ensangrentados le dieron la vuelta al mundo, restándole a Noriega el poco apoyo que le podía quedar.
Por su parte, el gobierno de Estados Unidos seguía presionando. En un acto claramente provocativo, decidió el envío de más efectivos del ejército norteamericano a Panamá bajo el pretexto de proteger a los ciudadanos e intereses de los Estados Unidos en ese país. Paralelamente, Bush emprendió una intensa serie de consultas con dirigentes latinoamericanos y europeos a fin de hallarle una salida a la crisis.
Del lado latinoamericano había profundas divisiones frente a los acontecimientos. En sus actuaciones colectivas, el Grupo de los 8 inicialmente comisionó a sus embajadores en Panamá, para que junto con sus similares de la Comunidad Europea, tratarán de convencer al candidato oficial Carlos Duque de reconocer el triunfo de Endara. El intento resultó fallido, y a los pocos días salió un comunicado del G-8 exhortando al respeto de los principios de no intervención y autodeterminación, a la vez que aludía a la vigencia irrestricta de los tratados sobre el Canal de Panamá .
En términos individuales, hubo condenas radicales de los acontecimientos de parte de Venezuela y Perú. El presidente venezolano Carlos Andrés Pérez convocó a una reunión de emergencia de la OEA. Después de varias sesiones y diferentes posturas, el 17 de mayo fue aprobada una resolución en la cual se encomendaba a los cancilleres designados junto con el Secretario General de la OEA, Joao Baena Soares, ir a Panamá a promover un acuerdo nacional que facilitará en breve plazo una transferencia del poder .
Los meses sucesivos se caracterizaron por el poco o nulo avance de una salida concertada a la crisis, y por la ocurrencia de incidentes militares entre el ejército panameño y las tropas norteamericanas acantonadas en Panamá. La misión designada por la OEA para mediar en el conflicto se enfrentó a tal número de dificultades, teniendo que prorrogar en dos ocasiones sus labores en Panamá, donde actuó hasta el 23 de agosto. En un comienzo, los representantes del organismo regional propusieron la realización de un diálogo tripartito entre los oficialistas, los opositores y el ejército. No hubo avances. La OEA aprobó una resolución que conminaba a una "transferencia del poder", a realizarse como fecha límite el 1 de septiembre, luego de lo cual se debía convocar a nuevas elecciones . Esto generó fuertes críticas de parte de dirigentes de la oposición.
Para entonces, tanto el gobierno panameño como la oposición buscaban resonancia internacional para otorgarle legitimidad y peso a sus propuestas.Los representantes de la oposición hicieron giras por Venezuela, Perú y Colombia, con el propósito de defender la idea del plebiscito. A su vez, el canciller panameño se presentó ante el SELA y el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, donde presentó evidencias de una posible invasión norteamericana, buscando que se condenara a EE.UU. por las sanciones económicas impuestas a Panamá, y pidiendo la intervención de los cascos azules para verificar el cumplimiento de los tratados Torrijos-Carter. Ambas reuniones concluyeron sin la adopción de ninguna resolución, ni la determinación de una fecha para continuar las deliberaciones.
La comunidad internacional seguía preocupada por los eventos internos de Panamá. Algunos países latinoamericanos retiraron sus embajadores como muestra de hostilidad hacia el nuevo régimen. En la Cumbre de Países No Alineados realizada el 6 de septiembre fue aprobada una declaración con las reservas de Venezuela y Jamaica, en la que se deploraba las medidas económicas coercitivas contra el régimen panameño, y se manifestaba preocupación por el incremento de las tropas norteamericanas en ese país. En todo caso, la declaración de poco sirvió para unificar criterios.
Llegó el 1 de septiembre plazo para la transferencia de poder y no se había cristalizado ningún acuerdo. En consecuencia, el Consejo de Estado designó un gobierno provisional encabezado por Francisco Rodríguez (amigo personal de Noriega) quien fue juramentado ante la Corte Supremo de Justicia. Estados Unidos insistía en mostrar al mundo los vínculos de Noriega con el narcotráfico, rompió relaciones diplomáticas con el régimen, y se amplió la lista de compañías y personas relacionadas con el gobierno a las que no se les podría hacer pagos desde Estados Unidos.
A comienzos de octubre hubo un nuevo intento de golpe de Estado. Esto produjo un endurecimiento del régimen frente a la oposición al tiempo que el presidente Rodríguez denunció ante la Asamblea General de Naciones Unidas al gobierno de los Estados Unidos por realizar actos de terrorismo financiero, chantaje económico e interferencia política en su país. Días después Noriega implantó leyes de emergencia, anunció una depuración de las fuerzas armadas. De parte de Estados Unidos se profundizaron aún más las medidas de presión económica, con la determinación de sancionar a todo norteamericano que realizara negocios con personas o empresas panameñas vinculadas al régimen.
Durante el mes de noviembre hubo nuevos incidentes militares. El régimen panameño se cerró aún más, persiguiendo a la oposición y Noriega decidió concentrar una mayor cuota de poder en sus manos, haciéndose nombrar en un comienzo coordinador de la Asamblea de Representantes de Corregimientos y luego jefe de gobierno. Igualmente amenazó a Estados Unidos con no hacerse responsable por la seguridad de los ciudadanos norteamericanos en Panamá, en el caso de un atentado a su persona. Ante este panorama, diez países latinoamericanos de la OEA, hicieron un llamado urgente a la instauración de la democracia en Panamá, y a no tomar acciones unilaterales en desmedro de una solución en ese país. El llamado resultó inútil.
El 20 de diciembre de 1989, Estados Unidos dio inicio a la "Operación Causa Justa", una invasión directa a gran escala llevada a cabo por casi 24 mil soldados. Poco antes de la operación, Guillermo Endara se posesionó como nuevo presidente de Panamá ante un juez, en un acto realizado en una base militar norteamericana: se buscaba evitar un vacío de poder, luego de la caída del dictador. Washington se adjudicó un triunfo relativamente fácil. En tan sólo 4 días tenían un virtual dominio sobre Panamá. Las operaciones y bombardeos dejaban un saldo de alrededor de un millar de muertos en la población civil y una cifra incalculable de heridos y más de 15000 damnificados. Durante estas acciones no pudieron capturar a Noriega. Este se había escondido para liderar la resistencia desde la clandestinidad y habían ofrecido una recompensa para su entrega. Tan sólo después de la rendición de las F.D.P., apareció Noriega en calidad de refugiado en la Nunciatura Apostólica.
Siguió una etapa de negociaciones entre los EE.UU. y el Vaticano sobre el destino del general, mientras la sede de la Nunciatura permanecía rodeada por los "marines". La prensa nacional y extranjera mostró la vida excéntrica llevada por Noriega. A comienzos de enero, Washington se comprometió a no aplicar la pena de muerte y efectuar un "juicio justo", hecho que fue determinante para que Noriega decidiera entregarse a la justicia norteamericana. la invasión produjo rechazos de parte de la comunidad latinoamericana, que fueron expresados a través del G-8, el Pacto Andino y la OEA. Varios países del área no reconocieron el gobierno de Endara, ante la permanencia de tropas de ocupación en Panamá. No obstante, con el retiro del ejército de los Estados Unidos las relaciones diplomáticas se fueron normalizando.
El aprendizaje de este episodio es que todos los actores tienen sus propios intereses y presentan dobles mensajes y ambivalencias. Por una parte, Noriega un hombre aferrado al poder traicionó a todos en beneficio propio. Por otro lado,El gobierno de Estados Unidos, durante largo tiempo había respaldado a Noriega -a sabiendas de sus turbias actividades-, y cuando sintió que podía ser afectado decidió darle la espalda, tildandolo de dictador narcotraficante y en el medio, América Latina en sus titubeos, a veces se adhería a la cruzada norteamericana en "defensa de la democracia", a veces condenaba la injerencia estadounidense en Panamá, pero a la hora de prestar ayuda efectiva, como ocurrió cuando el SELA hizo un llamado urgente para asistir a ese país, se quedó en las palabras. Y por último el pueblo, el tan manoseado pueblo que sirve para las propagandas y discursos cargando con las consecuencias de líderes que únicamente velan por sus beneficios.
Bibliografía
NASI L, Cario. Panamá: Crisis, Invasión y la Nueva Era de Hegemonía Norteamericana. ( en línea), ( consulta 20 de mayo 2017). Disponible en file:///home/chronos/u-e5a738bd9b9ad4d5b64db63d8808d2e6a0a0eb67/Downloads/artweb-artweb401.pdf
TV 13. (Sr Jujuná). ( 9 de octubre de 2014). Resumen Histórico Crisis Panameña 1987-1989 P1. Recuperado de https://www.youtube.com/watch?time_continue=1&v=4pFi0MVeQmk
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